Indudablemente, la imaginación también puede entrenarse.
Marcelo Di Marco.
P.D: Yo pasé por uno de estos campos de entrenamiento; eran cristalinos pero muy revueltos, los sueños tenían forma tubular y uno podía metérseles adentro con sólo desearlo. Creo que me hacen falta los sueños-de-tubo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario